Yo,
no os vayáis a pensar, al tema éste de estudiar la oposición, los
tochos históricos tronchaespaldas
que me acompañan a todas partes, no le di las vueltas que se suelen
dar a las decisiones pausadas, meditadas, sopesadas, en fin, serias.
No, no. A mí me convencieron vilmente un maternal día del mes de
julio.
M. en el jardín una mañana parecida a esa mañana |
Estaba
yo con M. en nuestro jardín, que por aquel entonces todavía parecía
una selva, haciendo eso que les gusta hacer, más que cualquier otra
cosa en el mundo, a los niños de nueve meses: dar pasitos de la mano
de las mamás mientras éstas alternan las miradas amorosas al retoño
caminador, con las miradas asesinas y agotadas hacia ese mismo ser
-sentimiento ambivalente maternal, un clásico entre la especie; si
no me creéis, preguntad, preguntad-, con la mano que queda libre
clavada en los riñones. Esa madre es la que, mientras ayuda
incansable al chiquitín, sueña con el fin de esa etapa agotadora y
se dice a sí misma que total, tampoco es para tanto y que sólo
quedan tres horas y cuarenta y tres minutos para que llegue el padre
a hacer el relevo.
El
caso es que, estando nosotros dos en esa cotidiana situación, el
teléfono sonó y yo, aliviada de mi tarea maternal, corrí niño en
cadera rauda a descolgar, pensando que sería el padre y preparada
para dar un poco de penilla: éste niño
no me ha dejado ni cinco minutos de paz, hoy cocinas tú.
Pero
no. No era el padre. Era una mujer, una mujer entrenada para vender.
Para vender, en este caso concreto, enseñanza. Para vender mejores
notas. Para vender una academia para opositores, vaya.
Y
yo, que por esa época no tenía ni idea de que iban a salir plazas
para el 2014, me puse alerta. De pronto me puse nerviosa, muy
nerviosa, y empecé a hacer mogollón de preguntas:
¿cuántos temas entran?, ¿usted cree, con sinceridad y sin paños
calientes, que con los 11 meses que quedan, másmenos, para que sea
el examen, da tiempo a prepararlo? ¿cuántas posibilidades reales
hay de sacar plaza o interinidad? Y
la mujer, como digo perfectamente entrenada y nunca dispuesta a ceder
al desasosiego ni a las dudas -razonables- que los futuros alumnos
pudieran alegar para no matricularse por un módico precio en su
academia, me respondía a todo, y todo me parecía maravilloso,fácil,
perfecto, hecho para mí. Y me motivé mucho. Me motivé a tope. Me
motivé como una opositora en una papelería industrial, y no me metí
la leche hasta que esta superwoman entrenada para motivar al más
pintao,
dijo: hombre, lo suyo es
emplear entre cinco y ocho horas diarias al estudio.
Y fue ese preciso momento el que M. aprovechó para hacerse notar,
con unos gritos agudos de verdadera felicidad, alborozado por el
vuelo de una grácil mariposilla que atravesaba dichosa el jardín.Y
la mujer, la superwoman preparada para vender ante la más terrible
adversidad, lo escuchó.
-Uy,
¿he oído a un pequeñín? ¿Eres tú la mamá?
-Pues
mire, sí. Así que por favor, acabe ya con esta agonía y dígame si
con dos o tres horas diarias de estudio,que son las que aquí el
amigo me va a dar de tregua, es esto posible.
-Claro
que sí, mujer, no te preocupes...estamos preparados para estos casos
-soy un caso, pensé-: sólo tienes que contar con nuestro
supermegahipermaravilloso curso online, todo homologado y súper
metódico para que no tengas que preocuparte de nada.
-Ya...¿y
a cuanto está el mes, dice? Más que nada porque, créame, eso sí
me preocupa.
Y
su respuesta fue el fin de nuestra relación comercial.
Pero
lo malo malísimo del asunto es que la mujer ya había hablado de
número de temas, del formato de la oposición, de qué materia
entraba...y a mí ya se me habría abierto un nuevo universo: yo
tenía, sí o sí, que opositar. Y, no sé por qué, a mí 72 temas
como que no me parecieron mucho. Como que un examen con parte
práctica se me antojó hasta divertido. Como que una (bueno, dos)
exposición ante un tribunal, me pareció algo inspirador.
Así
que, investigación cibernética mediante, me compré por internet el
temario más recomendado, el temario más querido por los opositores
españoles que han tenido a bien, alguna vez de las múltiples que se
han presentado, compartir sus experiencias con los cibernautas
novatos. Y me lo compré encantada, feliz, liviana y, como no,
motivadísima por culpa de la superwoman.
Y
todo ese ideal platónico sobre la oposición se mantuvo en mi mente
hasta que el de MRW aparcó en la puerta y me entregó el temario,
una aciaga tarde del mes de agosto. A punto estuve de hacerme la
desconocida y decirle que no, que ese paquete que sujetaba con dos
manos y cara de esto pesa un
huevo,
no era para mí.
Pero,
ay, ya era tarde.
No te queda nada chata, ahora que has empezado no abandones, hay que darlo todo que tu puedes. Una duda que me corroe... has hecho dos carreraaasssss????? Por dios! qué valor
ResponderEliminarHola Bea!! qué vaaa, una y media jej. Periodismo y la mitad de historia, lo que pasa es que el año que me quedé embarazada hice el máster en formación del profesorado, y por eso puedo opositar! un besiiin!
ResponderEliminarAyyyy el máster en formación de profesorado... yo quería haberlo hecho y en lugar de eso tiré el dinero en otro máster, carísimo, del diario de más tirada de Galicia. Un máster "que me iba a garantizar puesto de trabajo en ese diario" y aquí me tienes, en paro desde hace más de dos años, haciendo otro máster totalmente diferente (saca conclusiones, jajaj).
ResponderEliminarYo creo que con un buen par, sacas la opo. Y si no, te quedará la opción que te digo siempre: escribe un libro! :) Muaaa
Blan, yo lo hice en el curso 2011/2012 y lo tenía que haber hecho muuuucho antes! no vale para nada, la verdad, no aprendí gran cosa..pero es lo que abre la puerta para poder ejercer! en mi uni se puso de moda hacer masters de los periódicos...y nadie encontró curro..vaya plan. un besito guapa, y lo del libre...aplícate el cuento!! :)
ResponderEliminar¡Pa! Que bueno haber encontrado este blog. Ha sido leer la conversación telefónica y no me costaba nada imaginarte en plena charla, sigues siendo igual de alegre que siempre. ¡¡No cambies y suerte con la oposición!!
ResponderEliminarDeivid! qué sorpresa, jeje yo también he visto por ahí cosas chulas que andas publicando tú!! un besazo!
ResponderEliminarPaula! No sabía que habías ampliado tus fronteras blogueras! Me encanta leer tus avatares diarios en la aventura por ser "funcionaria" y más aún acompañarte en el camino :)
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